Varios centenares de personas se manifestaron el 31 de mayo por el desalojo de Rasmia, un centro okupa cultural, del barrio de Torrero. Los gritos contra la Expo o las autoridades fueron los que más se hicieron notar.
“Rasmia sigue, la lucha sigue”, era el discurso principal desde las siete de la tarde en la Plaza de Aragón hasta la Plaza de las Canteras, donde finalizó la protesta dos horas y media más tarde. Cerca de 500 asistentes, entre los que se encontraban colectivos okupas y vecinos de Torrero, secundaron la protesta.
Tras los altercados del día anterior en el desalojo, con varios menores heridos por la policía, la presencia policial era más que notoria. Aun así, no hubo que lamentar ningún incidente. Rasmia ha sido uno de los referentes de la colectividad ocupa, y tenía una buena reputación en los barrios de La Paz y Torrero, como se vio con las protestas de sus asociaciones vecinales el 8 de abril.
