martes, 29 de julio de 2008

martes, 22 de julio de 2008

Ashcroft salva los muebles el primer día del Summercase



Richard Ashcroft demostró a propios y extraños que es un capo. En el que parecía que era el día grande de Barcelona –Sinnamon tenía que competir el sábado en Madrid con el Saturday Night Fiber-, sobresalió sobre los demás recitales, simplemente correctos. Bien es cierto que un servidor, por diversos motivos, no vio las actuaciones del gran Nick Cave con Grinderman y Blondie.

Un hype de aperitivo

El día comenzó con el concierto de We Are Scientists, grupo californiano liderado por Keith Murray. Un grupo NME más que, a mitad de la tarde, supo a gloria. Tuvieron un principio de concierto regular, con una canción romántica al principio, pero después se desmelenaron -o más bien el flequillo “emo” del cantante se empezó a mover-. Tienen grandes hits como “Nobody move, Nobody get Hurt” o “Great Escape”. Una delicia para el público extranjero. Ambiente de festival europeo para ir abriendo boca.



Bendecidos para los discos, dejados de la mano de Dios en directo

Sobre las 10:30 apareció uno de los grupos más esperados. Interpol cuajó un buen concierto, al ejecutar con maestría todas las piezas. Sin embargo, esto supo a poco. Es el problema que tienen. Hacen discos tan formidables que uno se espera una actuación memorable. Hay algo que falla, no transmitieron lo que previamente han compuesto de forma meticulosa. Si Banks -con sus resonancias vocales- y los suyos se creyeran su pose -la sobriedad- y no parecieran sencillamente unos dejados…

_Interpol. Buena música. Interpretación 0.





Una pena, porque pueden ser la mejor banda en lo que llevamos de siglo y no han terminado la faena. En su favor se puede decir que el tiempo tan limitado hizo que no mostrasen todo su -extenso- repertorio, a pesar de contar solo con tres largos. Aun así, escuchar maravillas hechas música como “Pioneer to the Falls”, “Narc” o “No in a Threesome” es una experiencia única. Que finiquitasen con “Evil”, también, aunque “Heinrich Maneuver” no sonara. Algo inexplicable cuando es la canción más famosa de Our Love to admire.

Diversión a la inglesa

Sin tiempo que perder, y sin que se bajara la borrachera, Maxïmo Park irrumpió en el escenario próximo. Se han abonado a los festivales veraniegos españoles. Les han cogido gusto. Esto el público lo agradece. Ninguno de los asistentes diría que su prioridad número 1 era ver a los de Newcastle, pero ya que están…, y no defraudaron. Cumplieron con creces lo que se les pide: entretener, con un sonido más que bueno -el Walkman Stage tenía mejor acústica que el principal escenario: el Movistar- y una serie de canciones movidas y suficientes para llenar esa hora de espectáculo que se les pide.

_Maxïmo Park. Reverendo Smith y sus súbditos.




Empezaron fuertes con “Girls who play Guitars” y no pararon. Sonaron las que todos conocemos, otras pequeñas joyas como “By the Monument” o “Nosebleed” y nuevos temas que suenan a lo mismo -para que cambiar si se tiene éxito-. Paul Smith, ejerciendo de predicador con su libro, se movió con soltura, sabedor de lo que la audiencia quiere. Terminaron con “Books from Boxes” y “Apply some Pressure”. Como ver tres minutos de los Smiths y otros tres minutos de Franz Ferdinand.



Clase, fotogenia y talento

Tras esto, el momento de la noche no se hizo esperar. En el escenario principal apareció el jefe de Wigan. Sencillamente hubiera dado lo mismo que hubiera tocado sus canciones en solitario o con sus amigos de toda la vida: McCabe, Jones y Salisbury -The Verve-. Decidió hace meses volver con ellos y presentar -incluso- nuevo material. Pero todos los flashes iban destinados al “hombre sin sombra”. Es normal. Es Richard Ashcroft.

Un hombre atractivo como pocos, a sus 37 primaveras. Puede parecer anoréxico, putero o drogadicto…, o quizás todo junto. Si no tuviera talento ni fuera una estrella del rock sería un pobre repartidor de pizzas. Aunque sí tiene ese talento y es una estrella. Vaya si lo es. Un showman de los pies a la cabeza que desgranó sus piezas más íntimas, sobre todo aquellas de Urban Hymns. Sus nuevos trabajos sonaron bien, realmente bien. Como un sueño hecho realidad fue escuchar “Bittersweet Symphony” enlazada con “Life is a Noize” al final de la particular travesía del británico. Un auténtico orgasmo musical.

_The Verve. Ashcroft: Capo de Wigan.




Primal Scream en la lejanía



Tras la maratón de más de cuatro horas, un rato en el césped -con la minicerveza al módico precio de 3€- no viene nada mal. De fondo, Primal Scream. Con los escoceses de hilo musical, uno se dio cuenta de que el Movistar Stage tenía un sonido lamentable, muy poco potente y distorsionado con la distancia. Las comparaciones son odiosas y nadie duda de la calidad del Escenario Verde de Benicassim…Rock alternativo a raudales y un “Country Girl” que bien merecía la pena acercarse a oír con la máxima calidad.

Un poco de electrónica para rematar

Ya conocemos las imágenes que se emiten sobre los festivales. Drogas, alcohol -que paradójicamente separan del resto de las drogas- y gente alocada. Se obvia el ambiente y el buen rollo. Eso no vende. El viernes del Summercase se vivió tal situación con 2Many Djs. Mucho baile, descontrol y canciones que no podríamos disfrutar en directo en esta edición. Para muestra un botón. Gente coreando “Kids” de MGMT y “Out of Space” de Prodigy. Tras esto, a dormir y a esperar una segunda -y mejor- jornada festivalera.


lunes, 21 de julio de 2008

Combativa con el Cierzo



Patti Smith realizó el domingo uno de los mejores -sino el mejor- conciertos de la Expo Zaragoza. La cantante norteamericana luchó contra su visible pulmonía, el viento y los retrasos de los vuelos para mostrar su mejor cara.

Definitivamente el viento no pudo con ella. Patti Smith salió a las 11 de la noche al anfiteatro 43 con ganas de darlo todo. Y parecía que no iba a poder. Comenzó ataviada con una gabardina abrochada hasta el último botón, llevándose las manos a su cuello constantemente. Flemas volaban desde su maltrecha garganta. Eso sí, cada vez que la canción lo permitía, se acercaba al borde del escenario para observar a la muchedumbre. El clarinete y las canciones más tranquilas coparon la primera parte del concierto. Después, Patti Smith desapareció del brazo de un compañero de staff. Ahí el público enmudeció y el resto de la banda siguió su trabajo con una gran ejecución.






Pero en poco más de cinco minutos, la artista de Chicago volvió y le mandó un serio mensaje al Cierzo: “el viento se va a convertir en el aura mágica de este concierto”. Y así ocurrió. El torbellino que se levantó no fue sino la misma Patti Smith. Llegaron los temas que todos conocían como "Because the night" y "Gloria", además de "Frederick" o "People have the Power", acompañada de un discurso reivindicativo. También hubo lugar para la versión de "Smells like teen Spirit".

Muchos dirán que Patti Smith es una leyenda viva por sus letras. Otros por su innegable talento musical o por su rota e inconfundible voz. Sin embargo, es el carisma lo que la diferencia del resto. “Hay que ver el viento que hace en esta ciudad”, señaló al final. El gesto de rabia al destrozar las cuerdas de una guitarra que ni siquiera había sonado lo decía todo. La refriega había sido dura, pero Patricia Lee Smith, a sus 61 años, sobrevivió. Sus fans lo agradecieron.

jueves, 17 de julio de 2008

Weller destapa sus sueños

El artista británico de 50 años, Paul Weller, tocó anoche en el Anfiteatro 43 de la Expo. Esta será la única actuación del ex-cantante de The Jam en España, con la presentación de su último álbum: 22 dreams.




“The Modfather” demostró porque se dice que los rockeros nunca mueren. Camiseta marcada por unos músculos impropios de un hombre de su edad y una vitalidad encomiable. Intercaló canciones de su nuevo disco con los grandes temas que le han hecho grande en su carrera en solitario, especialmente de los LPs Wildwood y Stanley Road. La heterogeneidad del público, un sonido casi perfecto -salvo un desajuste de graves a mitad del espectáculo- y la voluntad de una banda creada para esta gira fueron las señas de identidad del concierto. Rock británico en estado puro.

Más de 20 canciones en total. Dos horas de música, intercaladas con múltiples cambios de guitarras. También de tragos y cigarros del inglés. Hubo momentos para todos los gustos, pero dos para enmarcar. “You do something to me”, con Weller enclaustrado en su teclado; y un final inesperado, su propia visión de “All you need is love” de los Beatles. Simplemente Paul Weller.


viernes, 11 de julio de 2008

El ladrillo caduca a marchas forzadas

Tras conocer el aumento de parados del mes de junio, el Gobierno ha utilizado por primera vez el término “crisis económica”. Aun así, el ministro de Economía ha augurado un período que no se asemeja con los datos de otras asociaciones, como la del BBVA, mucho más pesimistas al respecto.

Uno de los sectores que más ha notado este síntoma económico es el sector de la construcción. Solo hace falta ver como Marina D’or ha frenado rápidamente todas sus gigantescas obras. Si la “Ciudad de Especuladores” de Oropesa se encuentra paralizada, el resto del país seguro que también.






La tasa de desempleo en el mes de junio aumentó en 37000 personas. Pero eso no parece importar. Con la Eurocopa todo parece solucionado.

martes, 1 de julio de 2008

Los niños sustituyen al indie

Parecía que la música independiente había ganado mucho público en nuestro país. No en vano, la guerra que hay ahora entre las diferentes promotoras de festivales se centra en el indie. FIB, Primavera Sound y Summercase están en el ojo del huracán. Otros muchos festivales veraniegos se aproximan a ese estilo. Una de las plataformas que servían para acercar esta música al gran público era Flymusic; en la Televisión Digital Terrestre.





Vocento ha decidido -en una extraña decisión- sustituir este canal de música, a partir de julio, por Disney Channel. Así, a las 2 de la mañana se programa Art Attack. A esas horas, puede que no haya muchos niños queriendo aprender a ser grandes artistas…

Salvemos Flymusic surgió hace meses para intentar preservar un mínimo de música alternativa en la televisión, con unos grandes objetivos. Poder reconocer a grupos históricos que no aparecerían en otro programa como Joy Division o The Housemartins. También descubrir grupos inalienables como Los Campesinos! o Knife. Vibrar con las bandas indies del momento: Interpol, The Strokes y demás.

Pero lo más importante es que con ese canal absorbías esa cultura de festivales que se está desarrollando en nuestro país. Una senda iniciada por el FIB o el Sónar, por ejemplo. Time to pretend, de Mgmt, era uno de las canciones que tenían ahora más éxito. Se han hecho una gran banda. Y en España es gracias, en parte, a Flymusic.