martes, 11 de noviembre de 2008

Desafortunado BFN


Nadie duda de lo buen comunicador y humorista que es Buenafuente. Por ello, el fallo que cometió ayer lunes es extraño. Keane actuaba en el programa, la única vez que lo va a hacer en España –en un plató-. Al halagar al grupo, mientras hablaba con Tom Chaplin, se le ocurrió decir: “Debe de haber barra libre en vuestros conciertos porque no quedan entradas”. Comentario que, al principio, el cantante no comprendió muy bien. Las bromas en castellano en inglés se suelen formular de distinta manera. Además, el pobre de Chaplin acaba de salir de un tratamiento contra el alcoholismo.

viernes, 10 de octubre de 2008

In crescendo



El FIZ de este año se ha caracterizado por la ausencia de grandes nombres, en comparación con ediciones pasadas -Prodigy, Travis-. Ello tampoco garantizaba el éxito rotundo del festival, aunque sí una mayor afluencia de público. Copiloto y Tachenko
-¿no hay más grupos?- comenzaron un evento, en principio, descafeinado.



Entonces llegó lo mejor de la velada. Micah P. Hinson apareció a las 11 y cuarto de la noche para hacer un gran recital. Dentro de las limitaciones que una formación así puede tener. El de Texas exprimió cada una de sus cuerdas, tanto de sus guitarras, como las vocales. Micah P. Hinson and the Red Orchestra, su tercer y último largo, no descubre nada nuevo. Tampoco hacía falta. Close your Eyes y The Leading Guy fueron el broche genial a una actuación que fue de menos a más. Eso satisfació a los que realmente habían ido a verle a él, no a aquellos que se dedicaron a entorpecer la labor del cantautor con continuos berridos. La gente de Zaragoza tiene entre sus principales características un tono de voz… elevado.

La Casa Azul le siguió con un espectáculo que solo entienden unos pocos. Un servidor, en este caso, está de parte de la mayoría. Los Pinker Tones, por su parte, ofrecieron un concierto divertido y, por momentos, ecléctico. El backbeat de los catalanes, unido a su capacidad escénica, propició que la gente se quedara con su nombre, para bien.




Quedaba lo más movido de la noche: el mago de los platos. Jeff Mills es un maestro de la electrónica y lo volvió a demostrar. Varía en una hora y media más de 70 vinilos con una destreza abrumadora. Un ataque de adrenalina -especialmente cuando sonó Bells- para todos aquellos que asistieron y el placer de ver a unos de los precursores del techno.


domingo, 28 de septiembre de 2008

jueves, 18 de septiembre de 2008

De superestrella a mera incógnita



Oficio y saber estar. Estos son los mejores calificativos de Sam Roberts (ahora Sam Roberts Band) después de lo visto en el Balcón de la Música de la Expo y ante 200 personas. En su primer concierto de la gira europea, el canadiense demostró a propios y extraños -muchos más extraños- que su país existe: que puede tener incluso buenos grupos.

Presentaba su Love at the end of the World, un disco que no llega a Chemical City, pero que no supone ni mucho menos un paso atrás en la carrera de la banda. Con un público sentado -poco apropiado para el rock- y poco entregado, los cinco componentes encantaron con canciones pegadizas y un sonido lamentable. Mala decisión de los organizadores. Sin embargo, Sam Roberts mantuvo su carisma intacto.

Piezas como “Love at the end of the World”, “Them Kids” o “Bridge to Nowhere” son indispensables en el pop-rock de este siglo. Incluso se dejó “The Gate” -su más famosa- en el tintero. Es el problema de que puedan tocar 45 minutos como mucho. En el bis, se hizo notar lo que tendría que haber pasado desde un principio.



La gente se levantó y se fue hacia las vallas, echándolas hacia delante, para ver a una auténtica estrella a medio metro. Al menos, en ese momento, el grupo se sintió más arropado. Notó que habían conseguido llegar a alguien, cuando en su país están acostumbrados a recitales para miles de personas.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Si bebes, no hagas deporte

Y si eres un atleta profesional, ten un poco de dignidad.

lunes, 18 de agosto de 2008

Savia nueva e indecisa

Hay bandas novatas de música que, nada más escucharlas, presientes que van a tener éxito. Este es el caso de Bad Veins, un dúo de Cincinnati que, de forma rudimentaria, tenía hechuras de gran grupo, a pesar de tener que contar con cintas pregrabadas para completar sus composiciones. 12 meses después de predecirlo, los estadounidenses no han terminado de grabar el que será su primer álbum. En aquel junio de 2007, ya contaban con más de ocho canciones de calidad. Sencillas, pero de gran corte melódico, similar a The Von Bondies, por ejemplo.

¿Qué ha ocurrido en ese tiempo?, pues no se sabe muy bien. Por lo menos, tienen la lección de marketing aprendida, con ventas de camisetas en su myspace. En junio, la banda comunicó en su blog que faltaban unos flecos para terminar de grabar en estudio. Por el momento, la nueva producción suena más contundente, muy diferente al encanto de sus limitados recursos y al de satisfacer con el sonido que ellos podían emitir, sin más. A grupos tan dispares como Korn se les lapidó por esa misma razón con su Untouchables. Por hablar de su mismo estilo, The Strokes mostraron una nimiedad de álbum con First Impressions of Earth si se compara con Is this It, el primer largo. Simple, pero mucho más enriquecedor.

El camino probablemente está tomado por la banda y su discográfica. Gold and Warm, su corte más aclamado, ya ha sido remasterizado. Las diferencias no son tan notorias, pero la primera versión siempre fue mejor.



|Aclaración| Parece ser que los miembros de Bad Veins han leído este post y han comentado en su blog todas las dudas que explicaba. La salida al mercado de su disco depende de que las discográficas tengan la garantía de un número de ventas asequible para rentabilizar gastos de promoción y distribución. Una verdadera lástima que la industria no se haya dado cuenta de lo magníficos que son. Por otro lado, en lo que respecta a la producción de las canciones, llevan meses haciendo pruebas y creen que es mejor un sonido algo más potente (de “lo-fi” a “hi-fi”). A pesar de todos los cambios del negocio musical, pienso que, tarde o temprano, triunfarán.

lunes, 11 de agosto de 2008

Un cumpleaños rodeado de buenos colegas




Tounami Diabaté decidió regalar su música en su 43 cumpleaños. El maliense demostró que la música no entiende de fronteras, al igual que la economía globalizada (no así los derechos humanos, pero ese es otro tema). Para ello contó con cuatro invitados de lujo en una fiesta multicultural, aunque su principal aliado era su kora de 21 cuerdas.





La primera en desfilar fue la islandesa Björk, motivo por el cual decenas de personas llevaban horas en el anfiteatro. Diez minutos y dos canciones con gran soltura, una tediosa y gélida voz que compaginaba a la perfección con los ritmos de la Symmetric Orchestra. Tounami colaboró con ella en su Volta y desde entonces parecen dos enamorados. Una extraña pareja que se compagina a la perfección. Sin embargo, Damon Albarn fue el primero en felicitar a su amigo. El cantante de Blur tocó el cumpleaños feliz ante la inmensa alegría de Tounami y 10000 personas más. Con su piano desglosó diversas piezas de pop británico y la audiencia ya parecía inmersa en un ambiente de festival.





Pero aun quedaba por llegar el duelo entre Tounami y Elíades Ochoa. La guitarra del cubano y el kora de Tounami destellaron. Diabaté -como buen anfitrión- le dejó vencer, pero vendió cara su piel. Para finalizar con el cúmulo de estrellas apareció José Soto, de Ketama. Presentado como un familiar, puesto que el maliense guarda estrechos lazos con el flamenco, Soto deleitó con su cristalina guitarra y empujó definitivamente al público hacia el éxtasis con las palmas.

A la vuelta para el bis, Tounami explicó el por qué de su actuación en la Expo. Habló de la pobreza de recursos en su continente, con un sufrido Albarn a su izquierda. Pidió a la gente que se agarrara de las manos para enseñar la fortaleza de un mundo sin fronteras. El público respondió. Lo único que le podían regalar por su 43 aniversario.